(12.12.2004-08.02.2003)

La  Sala Verónicas presentó los últimos trabajos de Jon Mikel Euba, uno de los artistas españoles con más proyección internacional,  en un proyecto co-organizado con ARTIUM y la Fundació Antoni Tàpies. Colaboran el Centro de Arte Reina Sofía y el Centro Párraga.

Jon Mikel Euba  es un artista que trabaja en distintos medios, fundamentalmente dibujo (dibujos murales), fotografía y vídeo, construyendo narrativas inconclusas a través de una compleja conjunción de imágenes encontradas, situaciones construidas, textos apropiados,...

Sus trabajos cuentan con una identidad muy precisa, debido al recurso constante a una serie de elementos que pueblan sus obras y que se han convertido casi en leit motivs: el escenario del bosque, la presencia del artista y sus amigos en sus fotografías y vídeos (vestidos con una imagen generacional y geográficamente muy codificada), el coche del artista, etc

Sus obras suelen mostrar distintos personajes involucrados en situaciones construidas, en acciones que nunca podemos llegar a reconocer del todo. La labor del artista consiste entonces en dejarnos pistas, empleando signos familiares, citas cinematográficas o textuales, etc., pistas que, sin embargo, nunca llegan a garantizar un significado concreto, y ponen a prueba la forma en que el deseo del espectador le impulsa a modelar distintas narraciones sobre la base indeterminada de las imágenes propuestas.

Los vídeos y fotografías de Euba pertenecen a esa tradición de performances realizadas para la cámara (bien sea fotográfica o videográfica), una tradición con particulares implicaciones a la hora de reflexionar acerca de la relación entre realidad y ficción, y la colaboración de los medios y la tecnología en la construcción de eventos. De hecho, al artista le gusta utilizar la frase “creo un documento real de un hecho irreal” al referirse a este aspecto de su obra.

La muestra es fruto de un proyecto producido conjuntamente por la CARM,  ARTIUM – Centro Museo Vasco de Arte Contemporáneo de Álava y la Fundació Antoni Tàpies de Barcelona. En cada una de las instituciones que lo han acogido, la exposición ha adoptado diversas configuraciones.

La versión que se presenta en Verónicas está integrada por las dos obras que constituyen el núcleo central del proyecto: la instalación “Fiesta Cuatro Puertas” y una videoinstalación triple en la que, sobre tres pantallas de 3 x 4 metros, se proyectan los vídeos titulados KYDNAPPING, KYD y KONTUZ KYD.

La trilogía videográfica alude a la frase de Faulkner “Kill your darlings” (“mata a tus queridos”), en referencia a la necesidad de librarse de las condiciones previamente asumidas al abordar un nuevo proyecto. Siguiendo esta máxima, el artista rehúsa emplear las convenciones narrativas clásicas del relato fílmico o videográfico, negándose a imponer al espectador un significado manufacturado. A pesar de ello, los tres vídeos constituyen un trabajo muy elaborado que, partiendo de los materiales comunes en la obra de Euba, emplea citas al cine de Jean Renoir, Andy Warhol o Alfred Hitchcock.

“Fiesta 4 puertas”, apoyada en el elemento referencial común del coche y las distintas situaciones planteadas en torno a él, se trata, en cambio, de una instalación en la que emplea un material textual, en un juego en que cobran importancia el texto, la imagen y la imagen del texto. La instalación parte de una greguería de Ramón Gómez de la Serna (“Dos en un auto: idilio. Tres: adulterio. Cuatro: secuestro. Cinco: crimen. Seis: tiroteo con la policía”). El artista ha declarado al respecto de la greguería: “Me gusta la idea de que, cuanta más información nos ofrece, más entendemos la situación a la que se refiere, pero al mismo tiempo, cada movimiento en el tiempo niega el significado de la imagen anterior”. 

Las alternativas de los dos núcleos que vertebran la exposición favorecen distintos niveles de lectura, señalando la riqueza, complejidad y extrema coherencia conceptual del proyecto.