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OBRA ESCOGIDA 1968-2004. DE DENNIS OPPENHEIM

(03.05.2005-12.06.2005)

La exposición que presenta la Casa Díaz Cassou y la Sala Verónicas bajo el título Dennis Oppenheim. Obra escogida, 1968-2004. Dos décadas de propuestas, proyectos y arte público 1984-2004, reúne obras de las diferentes etapas creativas de este autor estadounidense contemporáneo, si bien pone el acento en las propuestas escultóricas y en los proyectos de arte público que ha llevado a cabo en los últimos 25 años.

Dennis Oppenheim (Electric City, Estado de Washington, EE. UU., 1938) se dio a conocer a finales de la década de los años 60 por sus intervenciones sobre espacios naturales dentro de la tendencia del Land Art. En torno a la reflexión sobre la cuestión del site o lugar, un grupo de artistas se lanzaron a la conquista del territorio por medio de manifestaciones artísticas cuyo sentido emergiera esencialmente del contacto con la tierra. La práctica del Land Art se alejaba de la ciudad proponiendo una reflexión inédita sobre el territorio, que en los años 60 era objeto de amplias reflexiones. Así pues, el Land Art marcó una ruptura con la noción de escultura al expandir su campo de actuación de la sala de exposiciones y la galería al ámbito abierto de la naturaleza, al tiempo que la materia que daba cuerpo a la obra, era la de la naturaleza misma. Se creaban insólitas relaciones entre el espectador, la obra, el espacio y el tiempo.

La muestra se abre, de hecho, con maquetas de algunos de sus primeros proyectos de Land Art, como Dead Furrow o Variations on a Excavated Structure, ambas de 1967, así como de material documental –dibujos, fotografías-. Era común que Oppenheim, de forma similar a como hicieran sus contemporáneos Smithson o Heizer, realizara dibujos en la nieve o en campos de cultivo con grandes máquinas, obras que fotografiaba como documentación. De hecho, en gran parte de los casos, la documentación es lo único que pervive, ya que las piezas, enclavadas en entornos naturales, desaparecieron ya hace muchos años.

A principios de la década siguiente, Oppenheim se sirve de su propio cuerpo como materia y lugar artístico realizando performances solo o con miembros de su familia (sus hijos, su hija, su padre). En un primer momento, entrecruza su interés por realizar obras de arte en la naturaleza con el Body Art. Piezas presentes en esta muestra como Wound, en la que compara una cicatriz que se hizo de niño con una grieta en la tierra, inician toda una serie de trabajos que tienen como soporte la performance, la fotografía, o las películas. Entre éstas, la exposición muestra A Feed-Back Situation, una performance sobre el sistema sensorial filmada en 1971 en la que Dennis Oppenheim dibuja en la espalda de su hijo Erik, mientras el niño intenta trasladar un dibujo idéntico a la espalda de su padre.

Esta fase de obras enmarcadas en el Body Art, que conviven con intervenciones en la naturaleza, desaparecerá paulatinamente cuando a partir de 1972 se adentre en el campo de las instalaciones. Las marionetas, substitutos del cuerpo del artista, serán en este momento vehículos con los que poner en cuestión la situación del arte y del artista, visto éste último, en un estado de crisis y de angustia.

De hecho, a mediados de esta década, y a diferencia de muchos de los artistas conceptuales y del Land Art con los que comenzó a trabajar en su juventud y que continuaron fieles a dicha tendencia, será cuando su obra y su manera misma de concebir la creación sufran un cambio trascendental.

Otro de los ámbitos de trabajo de Dennis Oppenheim es el arte público, de cuyo resultado, ya sea en maquetas, ya sea en fotografías, da buena cuenta esta exposición.

Organizada en colaboración con la Fundación dación Cristóbal Gabarrón, Bancaja y el Círculo de Bellas Artes. Ha contado con el patrocinio de instituciones como Arte y Naturaleza y de la Fundación Casa Pintada de Mula, Murcia.